
Le podemos pedir también que nos ayude a Amar. A amarnos entre nosotros, amar al prójimo, amar todo lo que nos rodea, el cielo, la flores, las aves, la lluvia, el sol. Nos reencuentra con el amor que todo lo puede. Con el amor que es todo posibilidad. Por eso nos enseña que no debemos juzgar a nadie. Cuando aprendemos eso nos damos cuenta que solo atraemos a nosotros las bienaventuranzas y la alegría a nuestra vida. Solo se nos acercan personas de buen corazón y nos pasan cosas buenas. Todo es un aprendizaje constante. Cuando sentimos amor la ira se nos va, los enojos desaparecen y como por arte de magia lo bueno y nuevo entra en nuestra vida. Podemos prender una vela rosa el día martes y pedirle con todo nuestro corazón que nos guíe por el camino de Amor y nos enseñe a Amar. Nuestro pedido será escuchado.
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